La obtención directa de micropellets extrusionados es un proceso laborioso y complejo que se inicia con la obtención de harinas micronizadas a partir del empleo en cascada de diferente tecnologías para la dosificación y molienda de la mezcla: realizaremos en primer lugar una molienda convencional con molinos de martillos donde conseguimos una primera y drástica reducción de tamaño de partícula. Para este proyecto esto no sería suficiente y debemos realizar otro procesado de estas harinas mediante el empleo de molinos de impacto clasificadores. Esta tecnología permite regular la calidad granulométrica que se pretende conseguir, pudiendo alcanzar granulometrías de hasta 10 µm.
Con estas harinas micronizadas iniciaríamos la siguiente fase más crítica para la obtención de los micropellets que sería el proceso de extrusionado. Para este proyecto se diseña una matriz especial con más de 1500 orificios de D=0,6mm . Técnicos en extrusión especialistas controlan escrupulosamente tiempos, temperaturas y energía mecánica aplicada (SME) para conseguir extrusionar estos micropellets. Cualquier mínima desviación provocaría el inmediato atasco del extruder. El resultado: un producto perfectamente uniforme obtenido directamente del proceso de extrusión sin paso por Equipos desmenuzadores/clasificadoras que disminuyen esa uniformidad y calidad.
El tamaño de las partículas individuales de un gránulo de pienso tiene un efecto importante sobre la digestibilidad de las materias primas del alimento y, consecuentemente, sobre los resultados productivos del mismo. Cuanto menor sea el tamaño individual de cada partícula, mayor será la superficie sobre la que pueden actuar las enzimas digestivas para extraer los distintos nutrientes e incorporarlos al metabolismo del pez. Se ha demostrado en numerosas pruebas tanto a nivel de laboratorio como industrial que, a igualdad de composición, el grado de molienda de un pienso influye sobre la digestibilidad del mismo.
La micromolienda es especialmente beneficiosa en el caso de los peces carnívoros, ya que tienen un tubo digestivo corto con lo que el tiempo de permanencia del alimento en el mismo es limitado. Igualmente es conveniente para la alimentación de larvas y alevines, tanto para conseguir microgránulos de tamaño adecuado a la boca del pez como para que la mezcla de las distintas materias primas que componen el alimento se distribuyan de forma homogénea en cada gránulo.