La Economía Azul es «aquella que reconoce la importancia de los mares y los océanos como motores de la economía por su gran potencial para la innovación y el crecimiento», según la definición de la Unión Europea.
Este término, quizás más desconocido para la mayoría de los ciudadanos, se engloba dentro de otro más amplio y más utilizado: la economía verde o ecológica, que es la ciencia que se ocupa de una gestión económica que favorece la sostenibilidad.
En este sentido, la definición de economía azul puede entenderse en un sentido más amplio, como la actividad económica del sector marítimo, y en otro más restringido: como el uso del mar y sus recursos para un desarrollo económico sostenible y rentable.

En este contexto, la Unión Europea ha establecido una estrategia a largo plazo, que se enmarca dentro de los objetivos de la Estrategia 2020, y que se conoce como “crecimiento azul”. Este crecimiento se basa en conseguir un crecimiento inteligente, sostenible e integrador de los sectores marino y marítimo, e implica reconocer los mares y océanos como motores de la economía europea por su gran potencial para la innovación y el crecimiento, englobando todas las actividades económicas relacionadas que incluye aspectos tan diversos como la pesca y la acuicultura, el turismo costero y marítimo, el transporte marítimo, la biotecnología azul, la energía oceánica, el conocimiento marino, la vigilancia marítima integrada y la explotación minera del lecho marino.
Según datos de la Comisión Europea, la Economía Azul representa 5,4 millones de puestos de trabajo y un valor añadido bruto de casi 500.000 millones de euros al año. La previsión para el año que viene (el archiconocido 2020) es que se pueda llegar a emplear a 7 millones de personas en los estados miembros de la UE.
La acuicultura es un sector productor que se considera esencial para asegurar el crecimiento azul (sostenible) de la pesca y que gana poco a poco territorio a la extractiva, hasta el punto de que en 2019 representa casi el 30 % de los volúmenes capturados en España.
En nuestro país, la Estrategia de Crecimiento Azul se ha canalizado a través de los Programas Empleaverde y Empleazul del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La convocatoria de 2019, que finalizó a finales del mes de abril, está pensada para dar apoyo a proyectos que fomenten la creación y mejora del empleo y empresas y el impulso del emprendimiento, la innovación social y el intercambio de experiencias en el marco de una economía verde y azul.
Los fondos de 2019 se distribuirán a través de 4 líneas de ayudas:
– EMPLEAZUL CREA: Cursos de formación para personas desempleadas con el objetivo de crear empleo y obtener una cualificación.
– EMPLEAZUL MEJORA: Acciones de innovación social, acompañamiento y cursos de formación para personas trabajadoras con el objetivo de mejorar la empleabilidad y obtener una cualificación.
– EMPLEAZUL IMPULSA: Acciones de innovación social y acompañamiento para personas emprendedoras con el objetivo de impulsar la creación de empresas.
– EMPLEAZUL CONECTA: Acciones de innovación social, asesoramientos, estancias formativas, encuentros y cursos de formación para personas emprendedoras con el objetivo de conectar a emprendedores con otras experiencias y actores europeos.
En resumen, se trata de orientar a los profesionales de las comunidades costeras en la transición de los modos tradicionales de explotación del mar hacia la Economía Azul.